lunes, 12 de enero de 2015

Ser bailarín no equivale a ser gay

¿ Le preocupa que su hijo pueda ser gay o que la danza lo convierta en eso?, ¿qué parte de la danza es tan terrible que un padre debería estar avergonzado?. Y ¿si el chico estudiante de danza descubre en el camino que es gay?, ¿deben amarlo menos sus padres?. Si estos últimos le prohiben bailar y le inducen a practicar otro deporte o "hacer cosas de hombre", será gay de todos modos.

 Sí, hay muchos bailarines que son gays, pero la danza no tiene que ver con su orientación sexual.

Bailar no convierte a una persona en gay más de lo que podría hacero el fútbol, el karate o el boxeo. No existe actividad o deporte alguno que haga de él un hombre y le impida convertirse en gay si esta última es su orientación sexual.

Un aspecto primordial del trabajo de los padres, es educar a sus hijos para que puedan cumplir el llamado de sus vidas y/o el ejercicio de su pasión. Para ello, un padre o madre debe estar abierto a que sus niños exploren las cosas que les interesan, incluso si estas se encuetran fuera de los gustos de los padres, siempre y cuando estas cosas no sean ilegales o perjudiciales para ellos o para los demás. La danza desde esta perspectiva, no entra en la categoría de "dañina".

Cada padre y mandre tiene la responsabilidad con su hijo de apoyarlo y fomentar sus intereses para que encuentre su pasión a medida que crece y se convierte en un hombre (y un bailarín profesional si así lo decide). Si se le impide bailar,  le habrá limitado una manera completa de expresarse de alimentar su alma solo porque sus padres pensaron que la danza era la culpable de su preferencia sexual.

Para una persona del sexo  masculino, bailar no es fácil, se requiere tanto sacrificio! Se renuncia a muchos eventos sociales, hay que soportar las burlas, insultos, intimidación, buylling por los prejuiciones culturales. Trabajan duro, a veces, los siete días de la semana. Soportan la presión de un atleta de alto rendimiento: saltos que deben ser más altos, más giros, cargar a sus compañeras...todo con dedicación, pasión y talento.

Entonces , ¿por qué no admirar este esfuerzo?, ¿ qué hay en esta actividad que no sea fantástica?

Un hijo que está dispuesto a hacer algo así de difícil y de sacrificar tanto con esta disciplina merece el orgullo de sus padres.
 
Deje que su niño bailarín sepa que usted está ahí para él, que sepa que es amado y apreciado sin importar lo que pase.

Si su hijo tiene éxito o no, toma las decisiones correctas o no, si resulta gay o heterosexual, si se lesiona o se mantiene fuerte y saludable, asegúrese de que siempre sepa que tiene su apoyo.




Fuente:
extraído de: The father's rol: support your dancing boy

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